Enfrentarse a la reforma de un local comercial o de un espacio de trabajo supone en muchas ocasiones un desafío repleto de decisiones por tomar y gestiones administrativas por tramitar. Por eso, y para minimizar los imprevistos, lo más aconsejable es contar con toda la información desde el principio. Uno de los trámites más habituales es la solicitud de permisos, en concreto de la licencia de obra menor.
Hoy te contamos qué es una licencia de obra menor, en qué casos es necesario solicitarla y más detalles prácticos sobre este tipo de autorización.
¿Qué es una licencia de obra menor?
La licencia de obra menor es un documento que autoriza las obras de tipo menor en viviendas y locales. Este permiso es otorgado por la administración pública con competencia para ello y debe solicitarse antes de comenzar la remodelación. Hasta que no se disponga del permiso, no es posible iniciar la rehabilitación.
Las obras menores que se contemplan en esta licencia permiten la realización de trabajos sencillos tanto en el interior como en la fachada o la cubierta de la propiedad.
¿Qué requisitos debe cumplir una obra para considerarse menor?
La licencia de obra menor debe solicitarse cuando los cambios o reparaciones que se quieren acometer cumplen estos requisitos:
- Sencillos técnicamente y de poca complejidad
- Breves: intervenciones con una duración menor a una semana
- De bajo presupuesto.
- Sin proyecto de construcción. No precisan arquitectos para dar el visto bueno.
- Suelen requerir la supervisión de profesionales técnicos
5 reformas frecuentes que sí requieren licencia de obra menor
Como veíamos antes, por muy sencillo, frecuente y rápido que parezca un proyecto de reforma, antes de ponerse manos a la obra es preciso confirmar si se necesita la autorización, y si así fuera, iniciar el trámite y contar con la aprobación.
Algunos ejemplos de reformas frecuentes que sí precisan la licencia de obra menor:
- Colocar revestimientos en paredes o instalar nuevo pavimento
- Instalar calefacción o aire acondicionado
- Sustituir cerramientos como puertas y ventanas
- Reemplazar la instalación de fontanería o electricidad
- Suprimir ciertas barreras arquitectónicas
¿Dónde se tramita la licencia de obra menor?
Ante la duda sobre el tipo de obra y el trámite a realizar, lo mejor es pedir información en el ayuntamiento de la localidad donde se sitúa el espacio que se quiere reformar. En la mayoría de administraciones locales ya se puede realizar esta gestión a través de sus respectivas sedes electrónicas.¿Qué documentación se necesita para solicitar una licencia de obra menor?
Aunque dependerá de los requisitos concretos de cada consistorio, por lo general, la documentación básica necesaria para iniciar la solicitud es:
- Fotocopia del DNI o NIF del solicitante.
- Modelo cumplimentado.
- Copia del ingreso de autoliquidación de la tasa e impuesto. No siempre exigido.
- Plano del emplazamiento.
- Memoria descriptiva de la reforma.
- Presupuesto de la rehabilitación.
Plazos de una licencia de obra menor: solicitud y caducidad
Los plazos que se manejan en este tipo de trámite administrativo son muy cortos.
- El plazo para resolver la solicitud suele estar entre unas horas después de su presentación y un máximo de 3 días.
Además, la licencia de obra menor, una vez aprobada, tiene fecha de caducidad.
- Después de su concesión, hay que ajustar los tiempos de los trabajos de remodelación para no superar ese periodo de caducidad y ejecutar la rehabilitación dentro de ese plazo.
3 reformas con licencia pero sin obra para renovar cualquier espacio
Renovar el aspecto del espacio profesional o actualizar la estética de una tienda es posible sin realizar una obra como tal. Aunque, como hemos visto, sí será necesario solicitar la licencia de obra menor.
Estos tres cambios son suficientes para transformar cualquier espacio y crear un nuevo ambiente profesional, estético y funcional:
- Revestimiento de paredes. Cambiar el diseño, el color y el acabado de las paredes nunca fue tan fácil. Las soluciones de revestimientos se adaptan a cada proyecto y al gusto del cliente.
- Pavimentos ligeros. La elección del suelo es una de las que marcan la diferencia en cualquier reforma sin obra. Vinílico, laminado o técnico, siempre hay un tipo de pavimento idóneo para cada uso y espacio profesional.
- Techos personalizados. Dar protagonismo al techo en una reforma resulta cada vez más sencillo con diseños elegantes, atemporales y personalizados. Sin olvidar sus funciones de absorbente acústico y aislamiento térmico.
KL1, expertos en reformas integrales sin obra en espacios de trabajo
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